Buenos días peques!
¿Qué tal? Espero que genial!
Esta semana os voy a contar una historia, que se titula "espejo espejito...". ¿De qué trata?
Pues bien, hace mucho tiempo en el mundo de los "quietiños", había una lechuza muuuy presumida, tanto, que se pasaba el día mirándose al espejo... todas las mañanas se miraba para ver si sus ojos estaban bien abiertos, después de comer se lavaba la boca y comprobaba que su pico estaba limpio y antes de acostarse peinaba sus plumas y se decía buenas noches a sí misma.
Pero un día, el espejo cansado de estar tan quieto, comenzó a copiar a la lechuza. Todo lo que hacía ella, el espejo lo repetía. Por ejemplo, si se toca la cabeza, si daba un salto, si hablaba... no se le escapaba ni un detalle.
Al principio la lechuza se asustó mucho porque el espejo jamás se había movido, pero al cabo de unos días se pasaba el día jugando con él, hacía muecas, movimientos imposibles, figuras con las manos... todo lo que se le ocurría y así se pasaban los días, hasta que espejo y lechuza se hicieron muy buenos amigos.
Se lo pasaban tan bien, que empezaron a enseñarle este juego a todo el mundo y al final, el país de los "quietiños" pasó a llamarse el país de los "movidiños".
¿Queréis jugar vosotros y vosotras también? Es sencillo, debéis buscar a alguien con quien jugar e imitar todo lo que hace; pero no os olvidéis de probar los dos papeles, el de lechuza y el de espejo. ¡A ver cuál os gusta más! ya me contaréis... :)
¡Espero que os guste!